| | | | |

sábado, 20 de febrero de 2010

casas hechas con residuos del café, ayudan a frenar la deforestación

Son viviendas reciclables que se construyen con tabletas fabricadas con cáscara cisco, que se produce luego de trillar el grano y que los caficultores siempre han considerado como desperdicio.

A vuelo de pájaro parece una casa normal. ¿Hecha de madera, concreto, baldosín? No importa, lo fundamental a simple vista es que es una vivienda como cualquier otra. Las diferencias se empiezan a notar cuando se palpan sus paredes. E incluso, cuando se huelen.

Es la primera casa de café que se construye en el mundo. O para ser más exactos, de cisco, una cáscara que se desprende del grano cuando es trillado y que los caficultores siempre han arrojado a la basura.
Pero de basura, pasó a ser un elemento inspirador para estudiantes de maestría de la Universidad de los Andes, liderados por el ingeniero Jorge Medina, director del Grupo de Materiales y Manufactura CIPP- CIPEM de la institución, quienes lo acaban de transformar en un material 'biónico', que además de fuerte y liviano, es respetuoso con el medio ambiente.

En pocas palabras, el cisco se mezcla con PVC reciclado y de esa fusión resultan unas tabletas o listones que se convierten en lo más parecido a las piezas de un Lego gigante. Luego se encajan una a una, sin necesidad de pegante o cemento, hasta formar la casa.

Materiales de este estilo se hacen en el mundo con frecuencia. Son conocidos como WPC, término que traduce 'compuesto de madera plástica'. La diferencia es que el desarrollado en Colombia no usa aserrín o madera como es lo usual, sino el cisco como materia prima principal, y para el que no se habían descubierto otros usos de valor agregado.

Este proyecto, que comenzó como cualquier trabajo académico, fue apoyado por Colciencias y ya fue reconocido con el premio 'Crea PVC a la Innovación 2009', organizado por la multinacional Mexichem, que tuvo como tema central el 'diseño para la sustentabilidad' en vista de los impactos del cambio climático.
Pero fue la empresa privada la que le dio el impulso final a la idea: la firma Maeco acaba de comenzar a fabricar las tabletas con el nombre de WoodPecker (pájaro carpintero).

Sismorresistentes
"Las casas construidas con estas tabletas contribuyen a evitar la tala de árboles de los que se extrae madera ilegalmente y reducen el uso de químicos que se utilizan para inmunizarla", explicó Medina, quien resalta este aporte como un triunfo de sus estudiantes, que lograron llevar un experimento de las aulas a la realidad.
"Esto no es muy usual en Colombia, donde las tesis suelen quedar archivadas en estanterías, sin dar ningún aporte", agregó Medina, quien explicó que antes de llegar al cisco de café, se ensayaron otros materiales como los tallos de la palma africana y de la planta del banano.

Pero tal vez lo más importante es que las viviendas son baratas (no superan los 15 millones de pesos) y se perfilan como soluciones de interés social.

"Tenemos la ventaja de que como los materiales son tan livianos, los podemos mover a cualquier lugar. Incluso, pueden lograrse construcciones de dos pisos o ampliar aquellas de medida estándar, cuya área base es de 48 metros cuadrados", explicó Alejandro Franco, gerente de Maeco.

Las paredes pueden pintarse. Y al mismo tiempo que resisten un cuadro o incluso un revestimiento con baldosines, son sismorresistentes.

Colombia había visto casas de treta-pack. Incluso, fabricadas en materiales naturales como la guadua. Pero esta es la primera vez que nuestro producto bandera en el exterior termina siendo la base de una vivienda reciclable, sustentable e inventada por un equipo inédito de académicos, ingenieros y empresarios.

Reducen la tala y podrían bajar déficit de casas de interés social
De acuerdo con los expertos, este tipo de viviendas fabricadas a partir de materiales vistos como desperdicios, aparecen en medio de dos crisis opuestas: el déficit de viviendas de interés social (VIS), que cuestan 25 millones de pesos como mínimo, y la deforestación impulsada por el tráfico ilegal de madera. Sin embargo, estos problemas terminan ligados porque la madera extraída sin permiso se usa para hacer casas.

La tala no autorizada arrasa más de 200 mil hectáreas de bosques y mueve 60 millones de dólares al año.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More