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martes, 25 de agosto de 2009

Un dispositivo que monitorea su sueño

Si usted me hubiera preguntado esta mañana cuantas veces me desperté anoche, le hubiera respondido que quizás cuatro o cinco. Pero de acuerdo con el Zeo, un nuevo dispositivo electrónico que monitoriza el sueño de una persona, fue la preocupante cantidad de 15 veces. También estoy consiguiendo considerablemente menos sueño de lo que pensaba, promediando entre seis y siete horas en vez de entre siete y ocho como yo siempre había estimado. El Zeo Personal Sleep Coach, que fue desarrollado por una empresa con base en Newton, Estados Unidos, es el primer dispositivo para uso casero que permite al usuario monitorizar sus patrones de sueño a través del tiempo. Con un sencillo sistema receptor y de toma de datos en forma de banda de cabeza, este dispositivo representa una bonita hazaña de la ingeniería. Y ciertamente parece responder a un gran interés—todo el mundo al que le hablé sobre el Zeo me dijo que le gustaría probarlo, una prueba de nuestra obsesión con el sueño. Todavía no está claro que este dispositivo realmente ayudará a los usuarios a mejorar la calidad de cómo duermen, pero puede representar una nueva oportunidad para la investigación sobre el sueño, permitiendo a los científicos monitorizar la variabilidad normal en el sueño de una manera mucho más económica y en mucho mayor escala que antes. En esencia, el Zeo es una versión simplificada y automatizada de la tecnología que se utiliza para estudiar los patrones de sueño de los pacientes que acuden a las clínicas de sueño. (Aún así, la compañía es cuidadosa y afirma que el equipo Zeo no es un dispositivo médico y que no puede diagnosticar desórdenes en el sueño). Mientras duermen, los pacientes utilizan una banda de cabeza que tiene sensores que detectan y miden las señales eléctricas del cerebro. Esta información se transmite inalámbricamente a un monitor, parecido a un reloj despertador, que se coloca al lado de la cama. A la mañana siguiente, el monitor da un resumen de la noche previa de sueño, incluyendo por cuánto tiempo el usuario ha dormido, cuantas veces se ha despertado, y la cantidad de tiempo transcurrido en cada etapa del sueño. La información se almacena en una pequeña tarjeta de memoria contenida dentro del monitor; esta información puede después transferirse a una computadora y a su vez cargarse a un sitio web que monitorea las tendencias y patrones de sueño del usuario a través del tiempo. “Yo lo veo más como un equipo que ofrece un reporte o información, como por ejemplo un monitor de presión sanguínea o una balanza, para monitorizar nuestra fisiología”, dice Phyllis Zee, un científico del sueño en la Universidad Northwestern de Chicago, y que también es un científico asesor de la compañía. “El sueño es realmente un signo vital”. Una pila cada vez mayor de resultados de investigaciones enfatiza la importancia crucial del sueño, ligándolo a todo desde la memoria hasta la obesidad. Una noche típica de sueño envuelve un ciclo repetitivo de sueño ligero seguido por un sueño profundo—o de ondas lentas, seguido después por el sueño de movimiento rápido de los ojos (REM por sus siglas en inglés)—en esta etapa es que soñamos. Estas fases se mantienen repitiéndose, la duración de cada etapa se va haciendo cada vez más corta a medida que la noche avanza. “La duración y el número de estos ciclos son indicativos de la calidad del sueño”, dice Michael Twery, director del National Center on Sleep Disorders Research (Centro Nacional de Investigación de Desórdenes del Sueño), que es parte del Instituto Nacional de Salud en Maryland, Estados Unidos. Aunque la compañía no va a divulgar detalles específicos acerca de su tecnología, la mayor innovación radica en el sensor del Zeo y en el algoritmo que se utiliza para procesar la información almacenada. En los laboratorios y clínicas del sueño, la actividad cerebral se colecta por medio de un número de electrodos colocados en la cabeza del paciente, una técnica conocida como electroencefalografía (EEG por sus siglas en inglés). Puesto que este enfoque es altamente susceptible al ruido, los electrodos deben colocarse en puntos precisos para la óptima colección de señales, y un gel conductor se aplica en la piel para mejorar la transmisión de las señales. Los investigadores en Zeo han desarrollado una novedosa tecnología utilizando electrodos de tejidos secos recubiertos de plata que se acomodan en la frente del usuario (la frente usualmente no se considera un buen punto para colectar señales de EEG). Un algoritmo desarrollado utilizando el análisis neural de redes procesa las desordenadas señales eléctricas colectadas por el sensor, e inmediatamente determina la etapa de sueño en la que se encuentra el usuario. (En un laboratorio del sueño, usualmente un técnico observa las señales eléctricas crudas y determina en qué etapa del sueño se encuentra el paciente). “El algoritmo está diseñado para imitar lo que un técnico experto en sueño reportaría del sueño de un paciente”, dice John Shambroom, vicepresidente de investigación en Zeo. Comparaciones de Zeo con la técnica tradicional que utiliza a un técnico para dar puntuaciones en polisomnografía , EEG y otras mediciones utilizadas en un laboratorio del sueño; demuestran que ambos métodos daban resultados similares en personas saludables, dice John Shambroom. Sueño profundo: Los usuarios pueden cargar los patrones de sueño a un sitio web que monitorea y analiza los datos y envía correos electrónicos con sugerencias para mejorar el sueño. En esta gráfica se muestra el sueño profundo de un usuario a lo largo de una semana. Fuente: Zeo Mi propio patrón de sueño está un poco desbalanceado. Consigo suficiente sueño REM—aproximadamente 25 por ciento--pero no suficiente sueño profundo—alrededor de 10 por ciento en vez del promedio de 20 por ciento que se considera apto. El sueño profundo –o de onda lenta—la etapa del sueño de la que es más difícil despertarse—ha sido relacionado con algunos tipos de memoria, y un estudio reciente sugiere que la falta de sueño profundo podría afectar la sensibilidad a la insulina, un factor de riesgo para la diabetes tipo II. Una cerveza nocturna no pareció tener ningún efecto en mis patrones de sueño, pero una píldora para dormir de benzodiacepina si lo tuvo. Tal y como se predice por investigaciones previas, la píldora bajó el porcentaje de mi sueño profundo aún más, hasta 5 por ciento. “El sueño es más activo y dinámico de lo que la gente cree”, dice Shambroom. “Esto le permite a usted entender su sensibilidad personal a la cafeína y al alcohol”. (Siendo yo una persona altamente sensible a la cafeína, no arriesgué un latte vespertino, ni si quiera por el bien de la ciencia). No está claro para mí exactamente qué significa esto, probablemente me alejaré de ese tipo de píldoras para dormir. Pero los expertos con los que hablé estaban dudosos en hacer comentarios en cuanto a qué significaba para mi salud mi espectro de patrones de sueño, posiblemente porque el propósito de cada tipo de sueño—de hecho, el propósito del sueño en general—es sumamente discutido aún hoy en día. (Hay algunas maneras de aumentar específicamente el sueño de onda lenta; aumentando la temperatura corporal es una de ellas). La mayoría de los consejos de Zeo se centran en recomendaciones bien conocidas para la “higiene del sueño”, tales como evitar la cafeína, el alcohol y actividades estimulantes justo antes del sueño. (Declaración: yo utilicé el dispositivo solo por unas cuantas noches, no lo suficiente como para probar los programas de entrenamiento y consejería en línea que viene con el sistema. Este programa envía correos electrónicos a los usuarios con consejos basados en sus datos individuales de sueño). “Realmente, la prueba final es cómo usted se siente durante el día”, dice Zee, de la Universidad Northwestern. Como se comentó anteriormente, Zeo enfatiza que el dispositivo no está concebido para utilizarse como un dispositivo médico. No puede, por ejemplo, diagnosticar la apnea del sueño, el desorden del sueño más común que existe; o desórdenes como movimientos periódicos del limbo y apoplejías durante el sueño. Sin embargo algunos piensan que a esta advertencia no se le presta mucha atención. “Si usted sufre de insomnio convencional, el Zeo estaría bien”, dice Jerome Siegel, director del Laboratorio de investigación del sueño de la Universidad de California en Los Angeles. “Confirmaría que usted sufre de insomnio y proveería una forma de cuantificar y validar sus patrones de sueño mientras usted hace las cosas convencionales para tratarlo”. Pero el problema más general, dice “es que las personas que tienen los desórdenes de sueño más severos no los detectarán con este dispositivo, y entonces ellos no irán a ver a sus médicos para obtener un diagnóstico”. Siegel y otros, sin embargo, están interesados en el potencial de Zeo para fines de investigación. Mientras que los científicos del sueño han investigado numerosos aspectos del mismo—incluyendo los efectos del uso de drogas, de la edad, y de enfermedades como la depresión—estos estudios son sumamente costosos (una noche en un laboratorio del sueño cuesta aproximadamente 1.000 dólares). Un dispositivo relativamente barato de uso casero permitiría a los investigadores observar la variabilidad de los patrones normales del sueño en un número mayor de personas. “Es fácil de usar, práctico, y puede monitorearse diariamente”, dice Zee. “Esa ha sido una limitante en el campo—recolectar datos de sueño día tras día”. Mientras que un laboratorio provee de información del sueño mucho más detallada, el Zeo podría proveer de una forma para el estudio de patrones del sueño normativos, como variaciones estacionales, agrega Siegel. “Es sumamente interesante”, dice. “Todo un conjunto de cosas que hubieran sido prohibitivamente caras ahora son sumamente prácticas”.

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